Especial Caníbal: «Perdidos en el valle de los dinosaurios» (Michele Massimo Tarantini, 1985)

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A mediados de los 80 la situación de la cinematografía italiana de géneros nadaba ya a contracorriente y sumergida, en su mayoría, entre las corrosivas y excesivas maneras del exploit. Así llegaba esta muestra del cine de caníbales aún de moda en aquella década, que se iniciaba con la mediática entrada en escena de la polémica Holocausto Caníbal (1980) de Ruggero Deodato. En 1985 el incombustible e infatigable realizador Michele Massimo Tarantini (aquí acreditado como Michael E. Lemick), que curtió a la Serie B  italiana de una multitud de títulos que iban principalmente desde la comedia erótica italiana (La profesora enseña en casa [1978], La maestra va al mar con toda la clase [1980]) hasta la espada y brujería de baratillo (La espada salvaje de Krotar [1984]), dirige una de los últimos vestigios del subgénero antropófago en esta historia en el que un grupo de personas, de distinta índole, alquilan un avión para emprender un viaje al llamado valle de los dinosaurios, región con bastantes impresiones de dicha especie extinguida pero que en ese momento parece estar ubicada por ciertas tribus caníbales. Sigue leyendo

Especial Caníbal: «Holocausto Caníbal 2. The Green Inferno» (Antonio Climati, 1988)

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El final de la década de los 80 supuso un decadente y triste final para la cinematografía de géneros populares italiana, incluida la explotación de temática caníbal. Iniciada al principio de la década con el éxito abrumador de la polémica Holocausto Caníbal, con el subgénero ya casi extinto se presentaron dos películas que pretendían aprovecharse directamente del film de Ruggero Deodato haciéndose pasar por secuelas directas, pero que en realidad no tenían ningún enlace de continuación argumental: la primera sería Holocausto Canibal 2: La historia de Catherine Miles, que en breve tendrá reseña en este especial;  justo tres años después llegaría la película que hoy nos ocupa, que prácticamente daría un amargo carpetazo final al subgénero caníbal. Sigue leyendo

Especial Caníbal: «The Green Inferno» (Eli Roth, 2013)

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En su incesante espíritu reivindicador de cinematografías del horror pasadas, Eli Roth pretende con este The Green Inferno rendir culto al clásico  Holocausto Caníbal (1980) de Ruggero Deodato, que a su vez sería en su tiempo el polémico film estrella del subgénero de indígenas antropófagos. En realidad, y dentro de ese ímpetu del cineasta que siempre antepone su cualidad de cinéfago a la de director, Roth invoca todo un homenaje y revisión al canibalismo italiano no sólo recordado por el film de Deodato, sino también impulsado por cineastas como el Umberto Lenzi de ¡Comidos Vivos! (1980) y Caníbal Feroz (1981), el Sergio Martino de La montaña del Dios caníbal (1978) o el Joe D´Amato de Emanuelle y los últimos caníbales (1977), entre otros. Como films de explotación se aprovechaban de frondosas localizaciones selváticas para mostrar de manera exacerbada los instintos carnívoros y primarios de grupos de indígenas, dentro de un horror de enorme calado gore que en algunos casos, como el propio Holocausto Caníbal, gozaban de un realismo natural aterrador y más concretamente en el film de Deodato con una mirada al horror directa gracias a sus formas narrativas que de paso inaugurarían en popularidad el llamado found footage. Influenciado y apadrinado por el subgénero mondo (con gran relevancia en los años 60 y que el film Este perro mundo a.k.a. Mondo Cane [1962]) popularizaría, ofrecía una interacción con la imagen auspiciada por su intrínseco carácter documental), y tan odiado como amado a partes iguales, el cine de caníbales  se recuerda bajo la alta exposición de su violencia que aunque le sea achacable cierta gratuidad en su incidencia, se alimentaba de una lectura sobre el despertar del lado más salvaje del ser humano, quien recibiría una especie de justicia poética cuando los caníbales hiciesen despertar sus instintos más bajos. 

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